Demasiada niebla y poca luz,
demasiadas noches con carmín rojo,
es la hora de cumplir con el destino,
un vestido rojo raso con tacones
demasiado desgastados...

Un triste fado en una calle triste,
acompañaba el caminar de aquella
noche alegre, es hora de jugar
a la ruleta rusa...

Vende a euro su dignidad,
voluptuosidad andrógina,
labios resecos, buscan ansiosos
quien los humedezca...quizá
setenta grados sean suficiente.

La calle mojada con luces rojas,
ve como vidas ocultas se subastan
al mejor postor...
La música de un viejo piano
rompe el silencio de los secretos
de la noche....los oculta, los quiebra,
los profana....

Y una mañana con niebla,
deja rastro de lo que aquella noche
aconteció...sueños frustrados ahogados
en copas de Fée Verte, rompen la
madrugada con espectaculares
rayos de sol...Es un nuevo comienzo,
una nueva ilusión....